
¡Muchachos, se murió un pibe! Que como único "pecado" a garpar arriba tiene el de haber querido ir a la cancha, o tomado el camino equivocado, o no haber visto el auto, o no haber corrido del tiro. Si no cabe eso en el balero, esta sociedad tiene un problema grave. Si alguno se hizo fanático del fútbol para celebrar muertes, tengan a bien detener esta calesita, que un par nos bajamos acá.
Pensar que hace un rato hablábamos con la barra de amigos con la que nos acodamos juntos sobre las nuevas camisetas, la diferencia en el historial con los fortineros, el concepto de "grandeza" asociado al fútbol y tantas otras cosas que ahora suenan a oprobio ante la magnitud del dolor. Pero, huelga decirlo, cualquier expresión futbolera carece de la malicia homicida.
Los hinchas de verdad no matamos a nadie: a nosotros, esta tarde -otra vez-, nos pegaron un tiro en el pecho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario