25/3/08
Plegarias prêt-à-porter
Fin de semana largo, ganó el Ciclón, nos fuimos de pesca y nos comimos el producido con la barra de amigos, la semana arranca con fútbol y sol, la cancha va a estar pipona. ¿Se puede pedir algo más? No sabemos, pero vamos a abusar de la paciencia del que atiende en el cielo, rogándole que nos extienda la racha un poquito más, que nos deje llegar a las eliminatorias y que ahí podamos jugarnos la vida a un pleno. Porque creemos que nos lo merecemos, porque anhelamos esa Copa ladina y esquiva, y este año podría ser una ocasión más que propicia para un festejo completo.
Está claro que al Tipo hay que ayudarlo, por lo que es de esperar que el equipo ponga lo suyo, le marque de manera incuestionable las diferencias a estos muchachos que se arrastran por las dos competencias con muchas más penas que gloria y consiga un saldo favorable, para la hipótesis de que quedemos igualados en puntos con los venezolanos.
Como en cada tarde/noche de Copa, la presencia del Bernie ahí arriba es un alivio: nunca olvidaremos su extraordinario promedio de gol en la Mercosur 2001, y lo mucho que lo extrañamos en la revancha con el Flamengo.
Allá vamos, repletos de sueños. En un rato -ojalá- volveremos aún con más.
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