27/4/08

Un vermucito de optimismo

Los que leen estas crónicas saben que todo queda tal como fue escrito, pifiadas incluidas. Por eso, cada vez que escribimos en camino hacia la cancha, hay un temor adicional, no menos trascendente que el que encierra la contienda deportiva: el ridículo. Entonces, no vamos a mencionar la cuestión central: sólo diremos que esta mañana, en el Circuito de Catalunya (Barcelona, Azulgrana, su ruta), se impusieron las Feyaris, caras al afecto de esta tribu. Con la impunidad propia de quienes se consideran artífices de su propio destino, hemos decidido interpretar esta señal como un augurio favorable. Al regreso de la patriada, procederemos a la evaluación actualizada.

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