4/4/08

Un recuerdo triste

Ocho años y tantas preguntas que, al no admitir respuestas que aporten consuelo, sólo contribuyen a un dolor amargo, innecesario. El pibe Mirko era un jugador elegante, una "promesa", aunque el sustantivo ahora nos lleve a compartir la culpa de su partida temprana, pensando que tal vez ese rótulo fue una de las cargas que no pudo abandonar.

Pero, aún peor, es la sensación de que el fútbol actual nos depara una de estas tragedias a la vuelta de cada esquina. Con su mofa a la psicología, con su improvisación y su urgencia, con la sensación permanente y reforzada de que el show sigue a como dé lugar. Si hasta el Querido Ciclón se permitió entrar en el vértigo inaceptable, jugando un partido de Copa unas horas después de esa noticia que apuñalaba el alma.

Un abrazo, Mirko. Ojalá que estés mejor, donde fuere. Esperamos no enviarte compañías jóvenes, porque sólo será una muestra del recurrente fracaso.

Video - "Tears in Heaven" - Eric Clapton

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