11/5/08
"Te lo dije"
Esta tarde, unos minutos antes de emprender la partida al Bajo, evaluamos la posibilidad de aportar algunas impresiones. El fin de semana había sido particularmente improductivo, debido a la omnipresente sensación del vacío posterior a la gloria. Casi en esa línea iban los pensamientos que pensábamos reflejar, como una advertencia hacia nosotros mismos -primero- y hacia el equipo. De haberlo hecho, podría considerarse una "videncia", en función del resultado, que nos permitiría recurrir a esa frase de Madre que tantas veces hemos soportado y rehuido y que da título a este post.
Bueno, así como algunas veces la hemos pifiado de manera sonora y otras hemos acertado alguna redoblona, esta tarde éramos candidatos al doble cadalso: no sólo por una predicción negativa, sino también por la forma en la que se dieron las cosas. En nuestro humilde parecer futbolístico, San Lorenzo jugó bien. Mejor, incluso, que en muchas de sus victorias precedentes. Buscó, dejó la vida en cada pelota, corrió y -cuando pudo- jugó. Con un desgaste físico fenomenal encima, por lo que el rendimiento estuvo lejos de ser brillante, pero con una actitud que satisface, que excluye el reproche.
En envíos anteriores hemos señalado cuáles nos parecen las maneras más saludables de afrontar un resultado negativo. La actuación de esta tarde/noche entra sin dudas en ese listado. Más aún, el doblete de partidos promueve una conclusión muy distinta a la que ilustra la matemática: San Lorenzo empató un partido y perdió otro, pero da la impresión de haber ganado un escalón trascendente en cuanto a la convicción para encarar partidos bravos.
Sin perjuicio del sabor amargo, es una noticia importante, de cara a lo que se viene a partir del jueves.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario